El jueves 23 de Mayo de 2013, a las 19:00, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León, tendrán lugar dos charlas sobre proyectos de conservación de tortugas marinas y voluntariado en Cabo Verde y Santo Tomé. TE ESPERAMOS.
El documento con las características del proyecto y del campo de voluntariado en Boa Vista (Cabo Verde), se puede descargar en el apartado de Descargas de esta página web.Adolfo Marco es investigador de la Estación Biológica de Doñana (CSIC). Tiene una amplia experiencia científica en ecología y conservación de anfibios y reptiles habiendo publicado más de 70 artículos científicos. Es responsable de tortugas marinas y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Herpetológica Española, asesor de diferentes organismos internacionales de investigación y gestión de estos reptiles. Dirige varios proyectos de investigación sobre ecología y conservación de tortugas marinas en diferentes partes del mundo, colaborando con otros grupos de investigación internacionales. Coordina un amplio equipo en el que se han desarrollado varias tesis doctorales en campos de especialización diversos como demografía y dinámica de poblaciones amenazadas, biología de la conservación, genética molecular, ecofisiología y ecotoxicología. Colabora con la ONG caboverdiana Bios.CV en el proyecto de tortuga boba.
María N. Cuesta, estudiante de la Universidad de León, ha participado recientemente como cooperante en el programa ACUDE-Junta de Castilla y León, nos hablará de su experiencia de voluntariado en Santo Tomé, dentro del proyecto Tatô de la ONG local MARAPA.
La
Isla de Boa Vista acoge la tercera población mundial de esta especie de tortuga marina, con alrededor de 9.000-22.000 nidos anuales, siendo el único punto de anidación estable en todo el Atlántico Oriental (desde España a Sudáfrica). El objetivo del proyecto es proteger 5 kms. de playa virgen, que alberga el 20 % de la población anidante de tortuga boba en Cabo Verde, erradicando el número de hembras cazadas ilegalmente, protegiendo el mayor número de nidos en posible riesgo y convirtiendo la conservación de la naturaleza en una alternativa viable para el pueblo caboverdiano.